SINOPSIS

Este largometraje gira en torno a Mei Lee, una joven de trece años que se debate constantemente entre ser obediente y el caos de la adolescencia. Y, por si esta etapa no fuese complicada de por sí, cada vez que Mei se entusiasma demasiado se convierte en un panda rojo gigante.

El principal punto de conflicto en la película es la relación madre hija. La fidelidad de esta confrontación es terriblemente verídica y consigue con gran éxito que el respetable público se sienta identificado en estas difíciles relaciones. Pues como adolescente es difícil escarmentar en cabeza ajena, y como adulto es muy fácil olvidar que pasamos por exactamente los mismos malos tragos que los adolescentes.

EL SISGNIFICADO DE SER PANDA

Turning Red va todavía más allá al presentarnos a todas las mujeres de la familia de Mei Mei, ya que nos muestra que no sólo busca que sea un recordatorio para los padres y que acepten que alguna vez pasaron por eso también, era importante mostrar que esas tensiones evolucionan y cambian: “También amo que haya un tema intergeneracional. Tener a la abuela ahí es una gran forma de mostrar que la relación, o el trauma de esa relación, pasa de generación en generación. Pero evoluciona también”.

La directora cuenta que esta historia esta basada casi en la vida real de ella,"esta inspiración nació de mi propia vida y lo que viví cuando tenía 13 años. Intentando entender cómo pasé de ser súper cercana con mi mamá, de ser su pequeña niña perfecta, a pelear con ella todos los días y ser un desastre hormonal. En ese entonces la veía totalmente como una villana"


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